1.- Sí, como lo mencionamos ya, es importante que te sientas linda, pero tampoco hay que exagerar. Además de sentirte bonita, debes sentirte cómoda.
Elige ropa que se ajuste a tu figura. Si eliges ropa de tallas más chicas, puedes lastimarte o ésta puede romperse mientras realizas algún ejercicio, además haremos evidentes esos kilitos de más que tal vez queremos desaparecer. Si por el contrario, eliges prendas más grandes de lo necesario, pueden atorarse con los aparatos, o incluso puedes tropezar contigo misma.
2.- Si utilizas prendas ajustadas como leggings, por ejemplo, procura que la tela no se transparente al estirarse.
De este modo, podrás realizar todos tus ejercicios sin temor a “que se vea de más”.
3.- Toma en cuenta la temperatura del espacio en el que haces ejercicio.
Si te ejercitas en un gimnasio en el que tengan normalmente activo el aire acondicionado, probablemente puedas percibir la temperatura de una manera diferente. Si hacer ejercicio en un espacio cerrado, no uses ropa que te impida respirar o que te haga transpirar de más, pues esto podría ocasionarte un estado de deshidratación con mayor facilidad.
4.- El material con el que tus prendas están hechas también puede ser crucial para tu desempeño en el gimnasio.
Procura utilizar prendas de algodón y evita los tejidos sintéticos, pues éstos favorecen el desarrollo de malos olores y sudoración excesiva.
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